De acuerdo a las tendencias mundiales, México ha presentado en los últimos diez años al crecimiento de cultivos orgánicos e 21 mil 513 hectáreas cultivadas y de 13 mil productores a 170 mil productores para 2014, según datos de SAGARPA.En 2014 la SAGARPA presentó las primeras certificadoras de orgánicos y los productos que ostentan el distintivo nacional que son: miel, manzana, aguacate, café, mango, mora azul y vino de mesa.
Las certificaciones son a nivel internacional requeridas ya que dan a los consumidores la certeza de que si un producto ostenta el distintivo nacional, es realmente orgánico. Para ello, las leyes mexicanas deben estar homologadas con las lees internacionales.
Por otra parte, el crecimiento de la agricultura protegida es otro ámbito en el que México ha despuntado en los últimos años. En el país existen cerca de 20,000 hectáreas bajo agricultura protegida, de las cuales 12,000 corresponden a invernaderos y el resto a otro tipo de estructura cubiertas como casas sombra y macro-túneles. Este tipo de agricultura permite administrar el riego, aminorar los efectos del cambio climático y mejorar la calidad de los productos para satisfacer y promover la demanda de los productos de exportación. Los precios para exportación, como por ejemplo del tomate rojo, exceden en un 50% que en el mercado nacional. El tomate rojo es el producto hortícola líder de exportación en México. 70% de los tipos de agricultura protegida son malla sombra, macro-túnel e invernadero; 70% se destina a tomate, 16% a pimiento 10% a pepino y 4% a otros. La agricultura protegida es una oportunidad de crecimiento económico para los productores mexicanos. La productividad agrícola es cinco veces superior en promedio a la de cielo abierto.
México es el duodécimo país en cuanto a superficie agrícola más grande de la tierra (tres veces el tamaño de Texas, superior a varios países europeos y asiático). Los productos hortofrutícolas en México los cultivan más de 500,000 productores en su mayoría ejidatarios y pequeños propietarios localizados en forma muy dispersa.
Estos productores pueden: utilizar las oportunidades del Tratado de Libre Comercio para obtener contacto con distribuidores internacionales, aprovechar los productos de cosecha a nivel regional y generar valor agregado al fruto en fresco. Todo esto obteniendo apoyos financieros de organismos gubernamentales y/o internacionales. Los grandes distribuidores internacionales tienen oportunidades de mercado para frutas procesadas.